Habia que atacar su imaginación su cerebro. La metí en una fantasía, el segundo día ella era quien me mandaba whatsapp, la había atrapado y sabía que era solo ya cuestión de tiempo, el tercer dia, estaba tan seguro, que le compré 4 bragas y 4 sujetadores, a mi gusto, dos negros, uno blanco uno rojo, le compré un corsé blanco y otro negro, una blusa estampada semi transparnte dos mallas, para el trabajo negras, medias, un vestido negro bien corto elastico que se pegaría a su cuerpo y resaltaría ese culito que tiene carnoso y redondeado. Lunes, la invité de nuevo a tomar un café en el centro comercial, esta vez, mis miras eran llevarla a mi casa, de nuevo estaba allí antes, me senté, no habia ninguna mesa ocupada de los alrededores, le dije — Hola Monica. Tardó en salir, yo fui a la salita pequeña sentado viendo la tele, esperandola, al fin entró, se le veia bien el sujetador bajo la blusa semitrasparente, me levanté, le dije bien estas son tus tareas sigueme, en la cocina tenia en el tendedero portatil, slip mios y unas toallas, eso para recoger y doblar, esto señalando al fregadero mi desayuno y comida, los vasos y platos sucios estaban allí, — eso para lavar — despues recoger el tendedero lo colocas aqui, y aqui tienes cepillo recogedor, cubo y fregona y limpias la cocina, despues limpia el otro baño el grande yo lo habia metido en el pequeño de la planta de abajo, por ultimo pues haces la cama del dormitorio, sin limpiar el suelo solo barrer. Ella comenzó las tareas, yo la miraba, a veces me iba, volvia y le tocaba el culo, ella me decia — Por dios Raul, estoy casada, esto no esta bien La soltaba, me iba, sabiendo que no iba a atacar de golpe la iba a dejar se calentara muy bien en el juego, así volvi varias veces a la cocina la sobaba se resistia y la dejaba, aunque sabía que estaba ya deseando que me la llevara a la cama, la verdad estaba muy buena vestida de mujer, mas aun de mis espetativas.
Habia que atacar su imaginación su cerebro. La metí en una fantasía, el segundo día ella era quien me mandaba whatsapp, la había atrapado y sabía que era solo ya cuestión de tiempo, el tercer dia, estaba tan seguro, que le compré 4 bragas y 4 sujetadores, a mi gusto, dos negros, uno blanco uno rojo, le compré un corsé blanco y otro negro, una blusa estampada semi transparnte dos mallas, para el trabajo negras, medias, un vestido negro bien corto elastico que se pegaría a su cuerpo y resaltaría ese culito que tiene carnoso y redondeado. Lunes, la invité de nuevo a tomar un café en el centro comercial, esta vez, mis miras eran llevarla a mi casa, de nuevo estaba allí antes, me senté, no habia ninguna mesa ocupada de los alrededores, le dije — Hola Monica. Tardó en salir, yo fui a la salita pequeña sentado viendo la tele, esperandola, al fin entró, se le veia bien el sujetador bajo la blusa semitrasparente, me levanté, le dije bien estas son tus tareas sigueme, en la cocina tenia en el tendedero portatil, slip mios y unas toallas, eso para recoger y doblar, esto señalando al fregadero mi desayuno y comida, los vasos y platos sucios estaban allí, — eso para lavar — despues recoger el tendedero lo colocas aqui, y aqui tienes cepillo recogedor, cubo y fregona y limpias la cocina, despues limpia el otro baño el grande yo lo habia metido en el pequeño de la planta de abajo, por ultimo pues haces la cama del dormitorio, sin limpiar el suelo solo barrer. Ella comenzó las tareas, yo la miraba, a veces me iba, volvia y le tocaba el culo, ella me decia — Por dios Raul, estoy casada, esto no esta bien La soltaba, me iba, sabiendo que no iba a atacar de golpe la iba a dejar se calentara muy bien en el juego, así volvi varias veces a la cocina la sobaba se resistia y la dejaba, aunque sabía que estaba ya deseando que me la llevara a la cama, la verdad estaba muy buena vestida de mujer, mas aun de mis espetativas. Estaba toda metida, como yo quería, me separé, la iba a dejar que se calentara aun mas si era posible, me la iba a coger en el dormitorio, me fui alli, preparé el vibrador, enchupado con un alargador lo metí bajo la cama en un plastico junto a lubricante, me fui abajo de nuevo, abri una cerveza, estaba terminando de limpiar el baño, la escuché caminar, habia terminado pensé, me quité la camiseta, quedé con mi cuerpo velludo desnudo, él no tiene vello, una piel blanca, delicada como las facciones de su cara, ahora iba a ver lo golfo que yo era pensé, subí, tenia ya puesta la sabana inferior, las almohadas, me miró al entrar, en su mano la sabana superior la extendió sobre la cama, inclinandose al final, me puse tras ella inclinada, le pegué mi calzon a sus mallas, que dos nalgas, redonditas, ni grandes ni pequeñas muy marcadas muy carnosas. Estaba ya ella tan caliente, que se habia quedado inclinada hasta que su cabeza reposó sobre la sabana, diciendo muy flojito — No señor no. Fueron pasando los meses, ella estaba enganchadisima a mi, transformada totalmente, en nuestras largas charlas ella siempre vestida ya de mujer en mi casa aceptando su papel de Monica, la mujer casada que pone los cuernos a su marido, tras follar esa tarde, e hizo una confesión, para hablar de su mujer, ella se dirigia como si fuese su marido. Todo era sicologico yo lo sabía, se habia transformado tanto, que ya era antes Monica que su papel de hombre, solo habia que verla cuando llegaba a mi casa y rapidaente se colocaba su lenceria y un vestido, pero yo ahi no podía hacer nada, solo si ella queria dejarlo pues aceptarlo.